miércoles, 14 de octubre de 2020

LA ESCALERA DE LA VIDA-PARTE 1

A través de nuestras vidas, vivimos diferentes tipos de experiencias. Algunas de estas experiencias son extraordinarias y algunas otras llegan a ser tan desastrosas, que no sabemos si continuar con nuestra existencia o de plano tirar la toalla y decir hasta aquí llegamos. Y a pesar de que muchas veces se nos hace fácil tirar la toalla, lo que no tomamos en cuenta es que tarde o temprano, esa acumulación de toallas en el cesto de nuestra ropa sucia mental, llegará a un límite que incluso nos puede afectar de una manera física.

Bien es cierto que el estrés es uno de los factores que más afectan al cuerpo humano, pero también las emociones tristes y dolorosas que dejamos dentro del alma, inflarán el globo de nuestro ser espiritual llegando al punto de explotar y hacernos caer al suelo incluso aunque tratemos de ser fuertes y sostenernos.

Y aunque todos pasamos por este tipo de eventos, por lo menos una vez en la vida, debemos aprender a crecer de ello y este aprendizaje conlleva el  subir por los escalones de la vida que incluyen el sobrevivir, el recuperarse, el reflexionar, el de perdonar y el ser perdonado, el aceptar tus acciones y dar más en la vida para que la vida te de más.



Hay algunos que me van a querer decir: "hay Tlacuache, tu que sabes de el ser pobre? O que problemas puedes tener tú que se parezcan a los míos?"

Dos de mis experiencias únicas fueron las de estar encarcelado bajo falsas acusaciones y la segunda de vivir en la calle durante unos meses. Ambas experiencias y el tiempo que transcurrió en cada una de ellas, me abrió más los ojos ante un mundo que pocos desean ver, pero a veces es necesario vivir estas experiencias como muchas otras, para poder entender, no la posición en la que nos encontramos, pero para preguntarnos, como puedo crecer y acercarme a aquellos que puedo levantar junto conmigo.

La supervivencia y la recuperación son muy importantes incluso aunque tu situación sea el que por ejemplo, hayas terminado una relación. Muchos dirán que no es importante, pero para ti si lo es, pero más importante eres tú y las grandes y nuevas aventuras que puedan comenzar. Nuevas ideas que podrías llegar a compartir con los que realmente te puedan amar. Por eso, no debes encerrarte en ese momento en el que te encuentras.

Tú recuperación es la que más va a doler porque en el transcurso sucederán momentos que te harán recordar no nada más lo que te pasó, sino que te puede llegar una cascada de recuerdos que puede sobrepasarte y es por esto que debes de encontrar la forma de batallar en contra de tu otro yo; y las formas para vencerlos se encuentra en invadirlo o invadirla con las cosas que más te gustan hacer y si no tienes la menor idea en ese momento, entonces regresa a tu pasado y observa que era lo que te alegraba cuando eras más felíz. Tal vez era el tener una mascota, a lo mejor era dar clases, nadar, vender garnachas, o lo que sea, siempre y cuando sea para mejorarte a ti mismo o a ti misma.

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